lunes, 24 de enero de 2011

Calavera

El cráneo
Añade una propiedad
Básica
de cemento
De engrudo
Denso
Granito
Y lo miras
Esperanzado
Rota la armonía
Rota la mordaza
Del plexo vacío.
Fotofrafía robada de Taringa

jueves, 20 de enero de 2011

Sueño

(A Yara)

Hay una boca sin dientes
Pesadilla de piés de barro
De viento
Y alocado progreso
De palabra silenciosa
De sangre negra
De pura sangre
negra
Hay una boca de barro
Pesadilla sin dientes.
Hay un pié
Hay un diente
Hay un sueño
Una sién latente...
Del Blog: Momentos Atrapados.

miércoles, 28 de julio de 2010

Papeleo

"Mamá, ¿qué es un Zombie?... Los Zombies son... flores amarillas" Canino (2009)

 Ya llevo un rato metido en este armario contemplando el horror. Bueno, no es tanto horror, en realidad el cabrón se está comiendo a mi esposa, y la verdad es que, salvo el momento en el que ha degustado su hipotálamo y ha vaciado sus cuencas oculares, en general me ha divertido. Ya estaba harto de esa foca quejumbrosa. Maldita sea... Por su culpa casi nos matan, y ahí está ahora, siendo el pienso compuesto de un jodido zombie. Y yo me alegro. Se lo merecía por zorra. Siempre supe que Eulogio no era hijo mío.

Y aquí estoy, esperando a que ese malnacido termine con lo que queda. Solo espero que no vengan más, porque dada la envergadura de Maruja, lo mismo se presenta aquí una tropa de veinte y me aguan la fiesta, y no es que me apetezca mucho verles tomando una tapa de mi difunta mientras alguno me oye toser y huele el postre cerca.


Joder, desde que empezó esta puta plaga no hay manera de estar tranquilo. Maruja me daba el coñazo constantemente... "¡Ay! ¡Remigio! ¡Que se han comido a la Gertrudis, y el otro día el Obdulio andaba por ahí comiéndose a sus nietos" Coño, pues que le aproveche, eso no eran nietos, era una cuadrilla de criaturas infernales. Habría preferido tener que criar una camada de zombies antes de llevar a esos pequeños hijos de puta al parque. Pero ya ni la siesta podía uno dormir tranquilo.

Y esta mañana pues al ayuntamiento a arreglar los papeles del coche. Y de pronto un cabrón de esos que está infectado y no lo dice se ha acabado de transformar y se ha comido al funcionario, que por otro lado se merecía eso y más, y el funcionario ha mordido a la secretaria, y al final esto era una carnicería. Y la cabrona de Maruja, entre que el otro día Eulogio se transformó y se comió al perro de la vecina y que pesaba una tonelada, de gorda que estaba pues que no podía respirar y que vamos a escondernos ahí, en esa habitación que tengo ansiedad, y el asma... Cuando le han agarrado el pié y yo me he metido en el armario, y lo demás creo que ya lo saben ustedes.

La verdad es que por aquí es complicado que pasen estas cosas, de hecho, yo hasta me alegro de la infección. El gobierno empezó con las cuarentenas, el aislamiento de sectores... y claro, le tocó a nuestra ciudad... Aislados, sin poder salir, sin poder hacer nada, pendientes todo el rato de que algún bicho de estos te saltara encima y te liara la del pulpo. Bueno, que te puede atacar desde el panadero hasta tu nieta, y si no que le pregunten a Manuel. Bueno, ya no, que ahora es uno más...

No sé cuantos quedamos. Los muertos se levantan y los que andan por su pié se infectan. Yo, la verdad, ya llevo tiempo jubilado, y estoy un poco harto. Con la crisis la pensión no me da ni para pipas, aunque bueno, ahora que Maruja es mermelada de frambuesa tengo menos gastos, pero vaya, que lo de la plaga esta es un poco estresante. Ahora que sí que se me presenta un buen futuro, viudo, sin tener que alimentar al inútil de mi hijo, que encima no es mío, tengo que andar con cuidado de que no me muerdan.

En algún momento podré salir del armario. Y si encuentro un buen coche, me iré a la casa del pueblo, que allí seguro que no hay zombies de estos, y me quedaré en mi huerto, tan tranquilo. Y con suerte Félix andará por allí y podremos seguir con lo de siempre, la partida, el carajillo, los partidos... eso sí que es vida,  y no estos bichos llenando la andorga a base de mis vecinos...

Imagen extraída de Taringa!

jueves, 8 de julio de 2010

Camas


Dormir en un lecho de Cemento
Con Sábanas de yeso
Triste encofrado de miserias
Y golpes bajos

Dormir en un lecho de Cemento
Escuchando los huesos
Quebrándose entre las rocas
Rompiendo sus aristas

Con Sábanas de Yeso
Que de ligeras Rompen
Y dan paso al frío inerte
Que cercena con cariño
Con palabras de Muerte

El Bar

Aún no entiendo qué sucedió.

Aún recuerdo aquella mirada entre el humo de mil chimeneas pulmonares. Aquel vaso roto en medio del estruendo de mil almas nocturnas. Y tú. Al fondo, casi pared, casi música. Casi amor. 

Desapareciste en aquel mismo momento en el que pensé que te había encontrado. Te desvaneciste entre todo aquel caos de músicas sintéticas y drogas vacuas. Pero en lo que duró nuestra mirada viví una vida, o incluso dos, aún no lo recuerdo. Sé que te tuve entre mis brazos, y eso valió por todo aquello que nunca sucederá ni sucedió. 

Y al despertar aquella mañana, aún te recordaba, y siempre me culparé por no haber tenido un nombre que darte, por no haberte podido mirar a los ojos sin dejar de decirte que te quiero.

viernes, 2 de julio de 2010

El Glamour de La Cucaracha (Reflexiones de un treintañero adolescente)

A los que se olvidaron de mi cumpleaños... arderéis en el infierno (con cariño y amor)

Vaya título que me he currado. De hecho aún no sé de que voy a hablar, pero el título daría para un nuevo blog con un sinfín de nuevas, sesudas e importantes reflexiones paridas por esta mi mente, la cual intenta adaptarse cada nuevo día al mundo que la rodea.

Tengo que hablar, entre otras cosas, de que ahora que comienzo una nueva edad, un nuevo año, pues la verdad, que me sienta de cojones, al menos a mi poco estimulado cerebro le está viniendo bien. Quizá porque los treinta han sido una edad maldita, quizá porque me la tomé muy a pecho, quizá porque no fue un gran año, aunque bueno, ha habido momentazos también, en los cuales no me voy a extender.

Este nuevo periodo lo afronto con una energía más positiva, en general, y al mirar para atrás flipo. Flipo con muchas cosas. ¿Qué fue de Don Pimpón? ¿Se fue de viaje con Chema, el panadero, y no volvió? Después nos la intentaron colar con Yuppi y sus mundos de mierda. Astrako, el sustituto de Don Pimpón, no tenía ni la mitad de glamour de su cacoso predecesor. Además, ¿quién coño se acuerda de Astrako o de Yuppi, o de su puta madre? Ahora mola más. Después de comer puedes ver mierda de distintos colores en muchos canales, incluso mierda repetida, y sin necesidad de recurrir al vídeo de las chicas y la copa, súmum del humor más fino e hilarante. 

Conste que yo sigo blasfemando, e incluso más alto y más definido que antes. Los que me conocen saben que no soy muy fino en mi discurso hablado. De hecho, de la pedantería intelectualoide que desprenden mis escritos, hay muy poco en mi conversación (aunque tengo un saber estar, todo hay que decirlo). 

Últimamente me ha dado por revisar mis creencias políticas, y joder, a veces alucino con mis ocurrencias, aunque no las voy a contar aquí. Mi "politiqueo" lo dejo para la SGAE y demás pajarracos de la industria que nos castra y perjudica constantemente, y además mi blog no tiene nada de político, ni ganas que tengo. Para eso están los periódicos y demás. Lo que sí que me gusta, y me parece una gran ocurrencia es mi autoafirmación como individuo. El principio de la felicidad, a parte de otras muchas cosas, se establece con el hecho de gustarse a uno mismo, y yo últmimamente me molo bastante, no porque sea cool, ni nada, pero creo que al menos soy coherente con mis principios...

Y creo que ahí se me ocurre la conexión de esta diatriba con el título, y voy terminando:

La cucaracha en sí misma es un bichejo tirando a asqueroso y que nos provoca una cierta repugnancia a todos en general, pero aún así, tiene el suficiente aplomo como para ser uno de los insectos más resistentes y difíciles de eliminar de la tierra que habitamos. Es, con todo, un bicho con las cosas bien claras. El ser humano, a veces, puede ser asqueroso y resistente a la vez, a parte de tener el suficiente aplomo como para pregonar cosas que ni siquiera él mismo se cree. Es difícil de asumir, pero la incoherencia en ciertos elementos que me voy cruzando en mi día a día, les proporciona estos "cucarachos" la esencia de ese glamour que se otorgan a sí mismos, y que de tanto creérselo, acaban asumiendo como suyo, y exudándolo por todos los poros de sus asquerosos cuerpos, y dándonos esa impresión de presunta divinidad. Muy chungo, vaya, porque a veces los hay que engañan, y parece que todo ese glamour es suyo por derecho propio. Otros se descubren nada más aparecer en medio de la escena. Qué rabia, ¿no?.  Así que ese es el glamour de la cucaracha, el conseguir ser asquerosa, pero fascinante, como los bichos pseudo-humanoides a los que me refiero, tanto que incluso el gran Kafka, se extendió en hacer una novela sobre un hombre que se convertía en cuca. ¿No es eso glamour?

Por lo demás, y filosofías resacosas a parte, estoy contento de no tener glamour, y de ser, al menos, coherente con mis escasas creencias. Os quiero, y me quedo corto.

 Con todos ustedes... el gran Astrako!!!

sábado, 12 de junio de 2010

¿Sabes?

Para todas las que desordenaron una pieza del puzzle de mi alma...

¿Sabes? Aún no lo entiendo...

Y me lo esperaba. Me lo esperaba y lo sabía, todo junto. No me podías engañar con eso. Sabía que ya no te gustaba tenerme cerca, que yo ya no era lo que querías. Sabía que cualquier gesto mío solo podía empeorar las cosas, pero aún así no lo pude remediar, insistí.

Y aquella mañana me desperté y vi tu espalda salpicada de sol. Y la admiré. La recorrí con la mirada como quien recorre los trazos de un lienzo, y la recorrí en mi mente con mis dedos. La forma de tu cuello, de tu espalda... y mientras caminaba por tus desniveles perfectos, fui consciente de que ya no volverías a ser mía. De que yo ya estaba fuera de tu vida, y que, probablemente, ya lo estaba antes de entrar.

Aún así me quedo con lo que tuvimos, o lo que me hiciste creer que hubo. Porque no puedo dejar de pensar en que todo aquello lo habría guardado en un tubo de ensayo, en una caja, en un frasco... con tal de poder revivirlo cada día de mi vida, de poder volver a disfrutar tu compañía...

Lo mejor de todo es que sé que tu no eres la única por la que he sentido esto. No te puedo mentir. Ha habido otras, y habrá más, pero ahora te quiero a tí. Ahora que estoy contemplando tu espalda por última vez, ahora que sé que el adios está a la vuelta de la esquina, tras la puerta, quiero quedarme, porque no me importa lo que ya hubo, y no me importa lo que habrá. Aunque sea mentira, aunque todo, absolutamente todo, haya sido verdad...

Imágen: Kiss de Jakub Wojewoda. Blog Momentos Atrapados